viernes, 25 de septiembre de 2015

No somos la semilla, somos la tierra.

No somos la semilla, somos la tierra.


Las conductas de las nuevas generaciones reflejan nuestra inteligencia y nuestros valores, tanto para la humanidad, el mundo y todo lo que lo conforma los resultados no los dan las palabras sino lo hechos, hay leyes y normas, pero sin quien las cumpla o quien las haga cumplir, solo cuando le conviene a un individuo o unos pocos que conocen o las manipulan, hace que exista la injusticia, la justicia es darle a cada quien lo que merece según sus actos o palabras, mas el tener desacuerdo no significa que se tenga razón por parte de ningún participante, solo que los argumentos son formados por sus experiencias.
La polarización de las ideas hace que se defienda un pensamiento individual mas que un pensamiento colectivo, cada individuo debe respetar los ideales de otro y de esa forma enseña al otro a respetar las suyas, tener diferencias de opinión es la base de la evolución social, la forma en que solucionamos un problema mide el nivel de inteligencia, si los problemas persisten o incrementan es solo por falta de gestión y un enorme egoísmo, la mayoría de sociedades o naciones se rigen bajo preceptos o ideales políticos y religiosos, y son menos los que se rigen por aspectos morales y social-familiar.
Aumentar la inteligencia obrando con mayor dedicación que criticando con mayor decisión, si no ponemos de nuestra parte no tendremos generaciones con lo mejor de nuestras vidas, solo con lo peor de nuestro egoísmo y envidia.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El maltrato nunca se olvida.


En el comienzo de cada humano y desde el mismo vientre se genera la personalidad que se basa en las percepciones y estimulaciones agradables o desagradables, cada sentimiento marca un pensamiento, los hechos probados y vividos en nuestro entorno la reacción visible ante los demás y los resultados ante lo aprendido hace la realidad en hombres como en mujeres.
Es mayor la marca y el efecto que dejan en los menores las mujeres desde el vientre ya que por lo general el hecho de sentir y comunicar al vientre sus estados anímicos y en especial los de mayor intensidad como inseguridad y miedo a quedarse solas e indefensas en el periodo pre gestación y pos gestación, por lo que buscan o generan situaciones que les de sentimientos de seguridad y afecto lo que conlleva a dar el poder a otras personas (pareja, familia), ocupaciones (trabajo, estudio) o cosas (dinero, poder) para sentirse más seguras económica, afectiva y socialmente, pero lo que ocurre es lo contrario, ya que no se ha educado a las futuras madres y futuros padres en nuestra sociedad para ser y llevar una vida equilibrada a sus hijos e hijas. El carácter puede ser moldeado por la educación dada desde su infancia, no hay un estándar o un carácter más correcto que otro ya que esto lo define un medio de vida social, hay personalidades con mayor o menor experiencias de buen trato o maltrato psicológico y físico. La visión hacia el futuro debe ser guiada por estándar de vida sana en todos los aspectos y esto mas que ser un derecho es un deber tanto individual como social, que todo el que pertenece a la humanidad lo tendrá que hacer cumplir.
Se define maltrato infantil como cualquier acción (física, emocional o sexual) no accidental contra un menor, cometido por una persona o varias, hay 3 tipos de consecuencias:
1. Consecuencias inmediatas.
2. Consecuencias a mediano plazo.
3. Consecuencias a largo plazo.
Cuando el menor está en los primeros momentos de desarrollo evolutivo, es maltrato causa efectos negativos en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño. También se dan otras consecuencias a causa del maltrato como son las pesadillas y problemas del sueño, los cambios de hábitos de comida, las pérdidas del control de esfínteres, deficiencias psicomotoras y trastornos psicosomáticos. Si el maltrato se da en escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas, hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales, fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.

Por ello, como adultos, emocionalmente son incapaces de demostrar sus sentimientos, porque cuando niños solían ser obligados a esconderlos. Además tenderán a realizar sólo aquellas conductas que consideran que van a ser aprobadas por los demás, evitando así las consecuencias negativas derivadas del enfrentamiento.
También es habitual observar en los adultos que de niños han sido maltratados cuadros depresivos, ya que la privación afectiva que han sufrido durante su infancia, al no recibir el cariño, la comprensión y los cuidados necesarios cuando eran niños desemboca en una depresión, que muchas veces está disfrazada bajo otras conductas como alcoholismo, ludopatía, comer en exceso, etc. la exposición al maltrato infantil no sexual, es decir, el abuso físico, abuso emocional y negligencia, se asocia con un mayor riesgo de una amplia gama de problemas psicológicos y de comportamiento, incluyendo la depresión, el abuso de alcohol, ansiedad y comportamiento suicida.